Desde hace tiempo no incluyo en mi blog ninguna reseña a exposiciones actuales, bien sea por falta de tiempo, bien por falta de inspiración. En mis últimos días de vacaciones he tenido la oportunidad de visitar la exposición TRIACA del artista Luis Moro en las Salas de Caballerizas del Torreón de Lozoya (Segovia), abierta hasta el 1 de septiembre de 2019. En esta muestra confluyen tres de mis mayores debilidades: ciencia, poesía y arte, y ha motivado que escriba esta entrada para animaros a que la visitéis y os deleitéis como yo lo he hecho.
Conocí la obra de Luis Moro precisamente por su reinvención del Dioscórides que tuve la oportunidad de catalogar en una prestigiosa colección particular. En esta colección también encontré las carpetas de «Mitos y Fuentes» referidas a los jardines y las fuentes del Palacio Real de La Granja, con obras únicas no solo por las técnicas empleadas sino por la sensibilidad demostrada.
Volviendo a Dioscórides, merece la pena recordar que Dioscórides Anazarbeo fue un médico y boticario griego del siglo I que escribió el importante tratado de botánica farmacéutica De Materia Medica, traducido al árabe en el siglo X, al latín en 1518 y al español en 1555, por Andrés Laguna, médico del papa Julio III, Carlos V y Felipe II.
Andrés Laguna (Segovia, c. 1510-Guadalajara, 1559) en sus múltiples viajes por toda Europa consultó gran variedad de códices y libros de plantas medicinales. Formó parte del grupo de médicos humanistas que llevaron a cabo una importante labor de recuperación de la cultura griega y latina, junto a una ampliación de los conocimientos botánicos y anatómicos y un destacado avance en la práctica médica.
En su estancia en Italia, además de recorrer numerosas ciudades y relacionarse con las más notables personalidades del mundo de la cultura, la sociedad y la ciencia del momento, comenzó a trabajar en lo que sería su obra culminante, la traducción y comentarios De materia médica, el compendio clásico de farmacopea de Dioscórides. Antes de marchar de Italia publicó una serie de anotaciones sobre tal obra (1554), pero no será hasta el año siguiente, a su vuelta a los Países Bajos, cuando vio la luz en Amberes el Pedacio Dioscorides Anazarbeo, acerca de la material medicinal y los venenos mortíferos.
Debemos tener en cuenta que en las traducciones renacentistas de obras clásicas, en general no se exigía fidelidad rigurosa respecto al contenido original, siendo habitual el enriquecimiento del texto con aportaciones procedentes de la sabiduría científica de su autor.
El Dioscórides de Laguna se dividía en seis libros. Los cuatro primeros versaban sobre el uso medicinal de las plantas y ciertos animales, el quinto sobre las propiedades del vino y algunos minerales, y el sexto (considerado desde antiguo como apócrifo) sobre los venenos mortíferos y las fieras que arrojan ponzoñas. Al final de cada capítulo incluía referencias a su experiencia propia, incorporaba aspectos de crítica sobre otras versiones y citaba anécdotas sobre su vida y opiniones irónicas variadas.
Lo más representativo de esta obra tal vez sea, en cualquier caso, la cantidad de fábulas e historias con comentarios científicos y eruditos, en un castellano vivo e ingenioso, como señalan García Hourcade y Moreno Yuste en el texto citado en la bibliografía y en el que me he basado para escribir estas líneas.

Y es en ese contexto de ciencia, literatura y arte, donde tenemos que enmarcar la exposición que nos ocupa. La muestra está integrada por un total de ciento noventa y dos obras de pequeño y gran formato, entre acuarelas, esculturas, instalaciones y algunas pinturas, obras en plata, en vidrio, que cobran vida a través de la realidad aumentada. Se trata de una muestra visual e interactiva, única, especial, compuesta por obras en su mayoría de pequeño formato pero dispuestas museográficamente de tal forma que generan grandes piezas independientes. También encontramos pinturas pareadas, en efecto positivo y negativo, y una importante referencia al bestiario que hace dos décadas creó el afamado pintor segoviano.

Luis Moro encuentra en esta muestra esa fórmula misteriosa, esa Triaca, como si de un alquimista se tratara, apoyando su obra en el marco literario de Antonio Gamoneda, Premio Cervantes en 2006, que tantas veces escribió sobre ese antídoto, que tantas veces ha alabado la figura de Andrés Laguna por su labor literaria y que tantas veces ha escrito y destacado la obra de Luis Moro:
«… Este valor se acompaña de otro estrictamente pictural: las obras, con independencia del atractivo de lo que representan, son en sí mismas, en su abstracta plasticidad, piezas maestras. […]”

Triaca: Dioscórides – Laguna – Gamoneda es una exposición visual e interactiva que vincula el arte, la botánica, la farmacopea y la medicina con la realidad aumentada, la historia y las letras de Antonio Gamoneda.
Abierta hasta el 01 de septiembre, la muestra puede visitarse de martes a viernes de 18 a 21 hrs. Los sábados, domingos y festivos, de 12 a 14 y de 18 a 21 hrs en el Torreón de Lozoya.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
GARCÍA HOURCADE, Juan Luis; MORENO YUSTE, Juan Manuel, Paseos por la historia de la ciencia en Segovia, Segovia al paso, Segovia, 2017